Balance 2009


A continuación realizaremos la evaluación correspondiente al período de Agosto 2009- Marzo de 2010 tomando como ejes de análisis la instalación del proyecto de extensión barrial -tanto del espacio de apoyo escolar como el de recreación con niños-, las intervenciones realizadas por el equipo de trabajo y el proceso vivido por los adolescentes y niños.


A partir de varios encuentros con la referente barrial comenzamos con las actividades de difusión del proyecto las cuales consistieron en el reparto de volantes y la distribución de carteles en lugares considerados estratégicos (la escuela donde concurren los jóvenes del barrio, en negocios linderos al merendero, etc.). Estas actividades fueron llevadas a cabo por los referentes barriales con el fin de fomentar la apropiación del proyecto. En este mismo sentido se acordó que tanto nuestra entrada como salida del barrio se realizaría acompañados por un referente barrial quien además se encargaría de la apertura y cierre del merendero.
El lugar donde se está implementado el proyecto es el merendero “La Esperanza de los Niños” en un principio los sábados en el horario de 10:30 a 12:30hs, acordándose luego con los/las adolescentes un nuevo horario de 11:00 a 13:00hs, a fin de facilitar su participación en el espacio. 
El Espacio de Apoyo Escolar para Adolescentes:
Actualmente el equipo que participa en el espacio de apoyo escolar está conformado por Mariana Matovich, estudiante del profesorado de matemáticas del IES Nro 1 “Alicia Moreau de Justo”, Favio Moreira, estudiante del Profesorado de Letras del mismo instituto, María Rinaldi, Paula Pagani y Rocío Iglesias, estudiantes del profesorado de historia del mismo instituto y Gabriela Traverso estudiante de psicología social de la Escuela de Psicología Social “Enrique Pichón Riviere”, participando estudiantes de Psicopedagogía del IES Nro 1 frente a alguna situación en particular en la que se demande apoyo escolar para niños/as que estén cursando la escuela primaria.
Si bien durante estos meses fueron entre diez y doce las adolescentes que participaron de las actividades de Apoyo Escolar se observó regularidad en su asistencia y debido a que el espacio se abrió cerca de fin de año y frente a los posteriores exámenes del mes de Febrero sus demandas estaban relacionadas con la preparación de las materias previas a rendir y los exámenes correspondientes al último trimestre del año 2009, estando sus expectativas atravesadas por la lógica de la urgencia por lo que fue difícil profundizar en el estudio de los temas. Esto implicó trabajar con las demandas y expectativas de las adolescentes y nuestras propias expectativas de intervención, nuestro posicionamiento respecto a los objetivos del apoyo escolar, y el cuestionamiento y reflexión sobre nuestras prácticas (‘no tapar baches’ con el apoyo, cómo trabajar con las adolescentes los objetivos del apoyo escolar, cómo depositar sus demandas en el sistema educativo, cómo poner en el centro el papel de la escuela, cómo generar prácticas que promuevan la autonomía frente al componente meramente asistencialista ligado históricamente al apoyo escolar, el encuentro entre la educación formal y la educación no formal, etc.).
Las asignaturas sobre las que se trabajaron fueron: lengua y literatura, matemáticas, física, geografía, historia, biología y proyecto, centrándose nuestro objetivo de intervención en ubicar al adolescente como protagonista de su proceso de aprendizaje.
En este aspecto consideramos importante promover el diálogo de las estudiantes con sus profesores de escuela y se intentó establecer una continuidad en la tarea durante la semana (lectura y ejercicios a resolver) lo cual funcionó en ocasiones y en otras no, lo que implicó analizar la particularidad de cada situación y las variables contextuales que las atraviesan.
Un aspecto fundamental a trabajar fue lo vincular en los miembros del grupo con el objeto de favorecer el proceso de aprendizaje. Esto fue favorecido a partir del sostenimiento del espacio semanal lo cual generó el crecimiento de la confianza, la comunicación y afecto. Respecto a la relación con las compañeras también se ha avanzado desde la modificación de algunos modos de relación y comunicación, y la movilidad en los roles. Por otra parte se trabajó la vinculación entre las adolescentes y el objeto de estudio y la tolerancia a la frustración. Se observan dificultades para reconocerse autores de su producción, sea esta un texto escrito, una historia relatada, un dibujo, un ejercicio. No confían en su capacidad pensante para producir algún efecto. De este modo, entre las intervenciones más necesarias se encuentran aquellas dirigidas a devolverle al sujeto algo de reconocimiento de su autoría lo cual implica un rol de anclaje, acompañamiento y contención.
Algunos aspectos relevantes a destacar que consideramos dan cuenta de la instalación del espacio y de un proceso de apropiación y valoración por parte de las adolescentes, es que quien asumió la responsabilidad de buscarnos en el horario y lugar estipulado pudo sostener tal responsabilidad destacándose que en los últimos encuentros lo hizo sin necesidad de que le enviemos un mensaje para recordárselo. Por otra parte avisaron cuando no pudieron concurrir y se observaron modificación en sus actividades cotidianas con el objeto de poder asistir al espacio de apoyo. El avance en este aspecto se evidenció cuando no asistían al torneo de futbol para asistir al apoyo o cuando una de las chicas dice: "me fui a jugar a la pelota en vez de venir a estudiar y por eso me fue mal".
Respecto a nuestros aprendizajes la experiencia nos permitió tener un mayor conocimiento del adolescente y su contexto, el desarrollo de prácticas sociales comprometidas, la promoción de estrategias pedagógicas acordes a las características del contexto sociocultural, el cuestionamiento de los contenidos propuestos desde los planes de estudio, la reflexión acerca del rol docente a desempeñar y la visualización de las diferentes variables que se ponen en juego en los procesos de enseñanza aprendizaje, el desempeño de un rol de anclaje, de contención y acompañamiento en los procesos de aprendizaje de los niños/as y jóvenes del barrio, el desarrollo de acciones que tiendan al acompañamiento y fortalecimiento de procesos de organización barrial, etc.
El Espacio de Recreación con Niños y Niñas:
Este espacio surgió a partir de la demanda de los niños quienes se observa, sienten pertenencia al espacio del merendero. A fin de preservar el lugar físico donde se realizan las actividades de apoyo se pensó en realizar las actividades de recreación en la puerta del merendero. El equipo está conformado por María del Mar, Docente de Nivel Inicial y estudiante de psicología social de la Escuela de Psicología Social “Enrique Pichón Riviere”, Eduardo, Psicólogo Social, Julieta, abogada y Ana y Dolores, estudiantes de psicopedagogía del IES Nro 1 ‘Alicia Moreau de Justo’.
En el mismo participaron alrededor de 35 chicos, algunos con mayor constancia, y otros con participaciones esporádicas.
La primera actividad consistió en la técnica del dibujo libre con lápices, marcadores, plasticolas de colores, y tijeras, luego de la evaluación, se consideró que tanto los materiales como la actividad propuesta resultaron poco estructuradas para un primer encuentro. Luego, con la intención de favorecer la tarea, llevamos dibujos para pintar; incluimos crayones en los materiales y quitamos las plasticolas de colores y marcadores; agregamos una mesa más y distribuimos los materiales en distintos puntos de las mismas. Esta actividad y la nueva disposición de materiales y mobiliario resultó más continente para el grupo. El último encuentro del año 2009 consistió en juegos donde había que correr, patear, saltar, etc. Utilizamos sogas, pelotas, elástico, y otros objetos. Cada uno de los miembros del equipo nos centramos en algún juego los cuales fueron elegidos por los niños dividiéndose según sus preferencias las cuales respondían mayoritariamente a cuestiones de género y edad.
Este último encuentro tuvo la particularidad de que se propusieron juegos con consignas y reglados. Los niños escucharon atentos las consignas, también ellos pudieron enseñarle a sus compañeros a jugar a algún juego (Pato ñato). Se pudieron sostener diferentes actividades en las cuales ‘había cosas que se podían hacer y otras que no’ y había que esperar turnos. Los chicos las entendieron y la mayoría de las veces las respetaron. Al finalizar armamos una ronda en la cual casi todos participaron y los que no se mantuvieron cerca.
Al inicio del corriente año se reestructuró la modalidad de trabajo planificando las actividades a semanalmente y dividiéndolas en tres momentos. Un primer momento donde se realizan actividades de producción individual o colectiva relacionadas con las artes plásticas (dibujo libre, collage, confección de instrumentos musicales, etc.) donde los niños y niñas se contactan con diferentes materiales y texturas. Luego un momento de desayuno en el cual se incluye la participación de las mujeres que organizan el merendero y las madres de los niños, realizando alguna actividad especifica, por ejemplo, preparar y servir el jugo con galletitas. Durante este momento se promueve un espacio de intercambio y diálogo entre el equipo y los niños. En un segundo momento se proponen juegos que impliquen movimiento: correr, patear, saltar, etc. utilizando sogas, pelotas, elástico, y otros objetos. En ocasiones proponemos la misma actividad para todos y en otras cada uno de los miembros del equipo propone un juego diferente pudiendo elegir los niños según sus preferencias las cuales responden mayoritariamente a cuestiones de género y edad. Finalmente se propone un momento de Literatura, lectura de un cuento y cierre de la actividad exponiendo en algún lugar del merendero las producciones grupales o individuales y que los niños y niñas puedan expresar qué les gustó más de las actividades propuestas.
En este espacio de recreación las intervenciones tienden a trabajar diferentes cuestiones relacionadas con el respeto de las consignas, el cuidado del trabajo propio y las producciones de los compañeros, el fortalecimiento yóico, la grupalidad, lo vincular entre ellos, (no golpearse, la forma de nombrarse) el cuidado de los materiales y la limpieza del espacio.
Respecto a esto se observó que en los últimos encuentros esto se modificó, frente a nuestro pedido, guardaron o juntaron los materiales, acomodaron las mesas y colaboraron en guardarlas dentro del merendero al finalizar la actividad. También juntaron los papeles y los tiraron a la basura. Por otra parte se observó un cambio de actitud tendiente al cuidado del trabajo propio y de las producciones de sus compañeros y la forma de nombrarse y relacionarse.
Se destaca que uno de los aspectos más importantes a trabajar es la seguridad en los niños respecto a que nos volveremos a encontrar el sábado siguiente. El sostenimiento del espacio semanal es fundamental para brindarles seguridad debido a que sus experiencias previas de frustración y abandono se ponen en juego al momento de construir un vínculo con ellos.
Consultoría legal y Grupo de Mujeres:
En este espacio participan Julieta (abogada) y Dolores (Estudiante de Psicopedagogía) actualmente el espacio se encuentra funcionando como consultoría individual pero se promoverá la modalidad grupal creando un espacio donde pueda circular información útil, brindar herramientas legales, y promover un espacio de encuentro con otro con el fin de fortalecer los lazos sociales.